Mi perro tiene una bola, ¿Qué hago?

Cuando nuestro perro presenta una “bola” o “bolas” en alguna parte de su cuerpo acude a tu veterinario, de esta forma tu mascota recibirá pronta atención médica.
En caso de no percatarte de la situación a tiempo o no poder acudir a una clínica por el motivo que sea, monitorea su crecimiento hasta que puedas llevarlo a recibir atención.
Estas bolas tienen diferentes orígenes, desde abscesos, quistes, cúmulos grasos, desplazamiento de líquidos, extravasación de líquido de articulaciones o procesos tumorales tanto benignos como malignos y una vez más, la pronta acción por parte del dueño ayudara a la mascota a su pronta recuperación.
Al llevarlo con el veterinario este lo palpara y punzará con una aguja para determinar si la bola es líquido o en su defecto es de otra índole, obteniendo una muestra para hacer un estudio patológico al material extraído y de esta forma determinar el origen del padecimiento.
Como dueño tendrás que hacer memoria porque debido a los diferentes orígenes que pueden desencadenar bolas en el cuerpo de nuestros perros será la diferencia y ayudara mucho al diagnóstico, por ejemplo, si tu perro tuvo alguna pelea previa y esa bola se presenta en la zona afectada es probable que sea un obseso, otro ejemplo sería una perra hembra de edad avanzada con presencia de bolas en pezones en este caso podría tratarse de un proceso tumoral el cual tendrá que ser valorado para determinar su gravedad.
En muchas ocasiones estos problemas no afectan en mayor medida a nuestras mascotas pero aun así es recomendable no dejar pasar tiempo y llevar a que se realice un diagnóstico para en caso de requerir algún tratamiento este sea aplicado a tiempo y puedas disfrutar por muchos años más a tu mascota.
Tu pronta acción puede ser la diferencia para asegurar la salud de tu amig@ de cuatro patas.

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